Caminar. Aunque nunca hayas sido muy activa en tu vida, una caminata por el vecindario es un buen comienzo. Así estarás haciendo ejercicio cardiovascular sin impactar demasiado las rodillas ni los tobillos. Puedes hacerlo donde quieras y en cualquier momento del embarazo. “Al crecer la panza puedes perder el sentido de equilibrio y de la coordinación”, dice la doctora Crites. Camina sobre superficies suaves y ten cuidado con las imperfecciones del suelo.
Nadar. “Éste es el ejercicio más adecuado para las embarazadas”, asegura Baron Atkins, M.D., ginecólogo y obstetra del Arlington Memorial Hospital, en Texas. No habrá probabilidades de que te caigas ni lastimes al bebé dentro del agua. Este ejercicio evita que pongas demasiada presión en las articulaciones.
Fuente: http://serpadres.com
